Determinación del sexo y herencia ligada al sexo
DETERMINACIÓN DEL
SEXO
Un aspecto importante del fenotipo de un organismo
es su sexo, que en la mayoría de los casos se halla controlado por genes,
situados en cromosomas específicos (sexuales), aunque también existen
organismos en los que depende de factores ambientales.
Determinación Cromosómica
En
numerosos organismos, entre ellos la especie humana, la determinación del sexo
se realiza por la presencia de cromosomas especiales llamados sexuales o heterocromosomas, que
se diferencian del resto, que son los autosomas o cromosomas
autosómicos.
·
Sistema XX/XY. Es
el tipo de determinación de la especie humana y de otros muchos animales
(mamíferos, equinodermos, moluscos y gran número de artrópodos). Los cromosomas
sexuales se denominan X e Y, en función de su
forma. Las hembras tienen una dotaciónXXy son de sexo homogamético,
ya que todos los gametos que producen llevan el cromosoma X, mientras que los
machos son XY, es decir, de sexo heterogamético, puesto que
la mitad de los gametos producidos portan el cromosoma X y la otra mitad el Y.
·
Sistema XX/XO o ZZ/ZO. Determinación
propia de algún insecto caracterizado por que uno de los dos sexos solo tiene
un cromosoma sexual.
·
Sistema ZZ/ZW.Tipo
de determinación propia de las aves, de algunos anfibios y reptiles y de los
lepidópteros (mariposas). Se utiliza la notación ZZ/ZW para no confundirse con
la determinación XX/XY; ya que en este sistema las hembras son el sexo
heterogamético (ZW), mientras que los machos son el sexo
homogamético (ZZ).
Determinación
por Haplodiploidía
En
algunos grupos de insectos sociales (abejas, avispas y hormigas) no existen
cromosomas sexuales. El sexo se halla determinado por el número de dotaciones
cromosómicas; así, los individuos diploides (2n) son
hembras y los haploides (n) son machos. Las hembras se
desarrollan a partir de óvulos fecundados, mientras que los machos lo hacen a
partir de óvulos sin fecundar.
En
el caso de las abejas, la reina, con dotación cromosómica diploide, posee
óvulos, que si no son fecundados desarrollarán por partenogénesis machos o
zánganos, mientras que si son fecundados se originarán hembras, una de las
cuales será alimentada con jalea real y se convertirá en la reina, única hembra
fértil de la colmena.

Determinación
génica
En
algunas plantas, y también en algunos animales, el que un individuo sea de un
sexo o sea de otro depende de una o de varias parejas de genes. Muy estudiado
es el caso de una planta, la Ecballíum elateríum (pepinillo
del diablo), en la que la determinación del sexo depende de una serie
alélica (aD > a+ > ad),
en donde el alelo aD determina la masculinidad (plantas con
genotipos aDaD, aDa+ y aDad),
el alelo a+ determina características de hermafroditismo
(plantas con genotipos a+a+, a+ad)
y el alelo ad determina características femeninas (genotipo adad).
Determinación ambiental
En
algunos animales, la determinación del sexo depende de circunstancias
ambientales. Factores externos influyen en ciertos aspectos del metabolismo de
células genéticamente idénticas, modificando su desarrollo y decidiendo así la
manifestación del sexo. Entre los grandes saurios (cocodrilos, aligátores y
caimanes) el sexo está determinado por la temperatura a la que se incuban los
huevos: si es superior a los 27 ºC se obtendrán machos y si es inferior nacerán
hembras.
HERENCIA
LIGADA AL SEXO
Thomas
Hunt Morgan fue uno de los primeros científicos en relacionar la herencia de
algunos caracteres con el sexo, al descubrir que el gen causante del color de
ojos en la mosca Drosophila melanogaster se encuentra
localizado en el cromosoma X. De esta forma se demuestra que estos
cromosomas no solo llevan los genes que determinan el sexo, sino otros que
influyen sobre caracteres hereditarios no relacionados con el mismo.
A
partir de este descubrimiento se habla estrictamente de caracteres
ligados al sexo como aquellos que están determinados por genes
localizados en los cromosomas sexuales; se trata de caracteres que aparecen en
uno solo de los sexos o bien, si lo hacen en ambos, con más frecuencia en uno
de ellos que en el otro.
Herencia
ligada al sexo en la especie humana
La
especie humana tiene 46 cromosomas, es decir, 22 parejas de autosomas más una
pareja de cromosomas sexuales, XX en la mujer y XY en el hombre. Como en otras
muchas especies, el cromosoma X es mayor que el del Y, pero en ambos existe un
largo segmento homólogo, que les permite aparearse y
entrecruzarse durante la meiosis, y un corto segmento diferencial, no
apareable, con genes específicos para cada uno de los dos cromosomas.

Esquema de los
cromosomas X e Y humanos, indicando la localización de algunos genes ligados al
sexo.
·
Herencia ligada al cromosoma Y. Todos
los genes que se encuentran en el segmento diferencial del cromosoma y son
heredados únicamente por los hijos varones. Se llama herencia holándrica,
ya que se manifiesta solo en los varones, como la presencia de pelos en las
orejas o la ictiosis, enfermedad de la piel caracterizada por la formación de
escamas y cerdas.
·
Herencia ligada al cromosoma X. Dado
que el número de genes, y por tanto el de caracteres ligados al segmento
diferencial del cromosoma X, es más numeroso que el de los ligados al Y; se
generaliza como herencia ligada al sexo toda la que se encuentra ligada al X.
Tal es el caso del daltonismo y de la hemofilia,
enfermedades provocadas por un gen recesivo situado en el segmento diferencial
del cromosoma X. Debido a esta ubicación, para que una mujer padezca la
enfermedad debe ser homocigoto recesivo, mientras que en los hombres, que son
hemicigotos, basta para que la padezcan que el gen se encuentre en el único
cromosoma X que tienen.
El daltonismo es
un defecto visual que hace que la persona afectada tenga dificultades para
distinguir con claridad el color rojo del color verde.
La hemofilia es
una enfermedad que provoca problemas en la coagulación de la sangre debido a la
carencia de algunos de los factores proteicos responsables de la misma.
Herencia
influida por el sexo
Existen
caracteres, como la calvicie en la especie humana y la
presencia o ausencia de cuernos algunas razas ovinas, que
están determinados por genes situados en la parte homóloga de los cromosomas
sexuales o bien en autosomas, y cuya manifestación depende del sexo.
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